ENRIC GRANADOS I CAMPI�A   (1867-1916)

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 Sobre Enric Granados:  Biograf�a:  Los primeros a�os  La Academia Pujol  Trabajar para subsistir  La etapa Parisina  Familia Granados-Gal  La capacidad did�ctica de Granados  La plenitud vital  El estreno de Goyescas, la Gran guerra y sus consecuencias
 Obra M�sica para piano  M�sica de c�mara  M�sica para orquesta  M�sica vocal   M�sica esc�nica
 Fuentes e informaci�n adicional:  Comentarios sobre la vida y la obra de Granados   Honores y condecoraciones   Libros sobre Granados   Links   Bibliograf�a   Otros M�sicos Modernistas Catalanes 
 

Retratos de Enric Granados

Retrato de Enric Granados joven, con dedicatoria
 

 
Retrato de Enric Granados con una dedicatoria a su alumno Franck Marshall
 
 
Retrato de Enric Granados
 

 

Retrato de Enric Granados con dedicatoria a Franck (Marshall)
 
 
 

 

Obra:

M�sica para piano:
-Clotilde (mazurca)
-Elvira (mazurca)
-A la antigua (bourr�e)
-Carta de amor
-Valses po�ticos
-Carezza (vals)
-Valse de concert
-Exquise (vals gitano)
-Minuetto de la felicidad
-El amor de la Virgen
-Impresions de viaje
-Seis marchas militares (de las que dos son para cuatro manos)
-Rapsodia aragonesa
-Capricho espa�ol
-A la cubana
-Moresca
-Danza lenta
-J�cara (danza)
-En la aldea (ocho piezas para cuatro manos)
-Danza gitana
-Canci�n y danza
-Danzas para cantar y bailar
-Doce danzas espa�olas (1890 - Para piano, tres orquestadas por Joan Lamote de Grignon):
   �Galante
   �Orientale
   �Fandango
   �Villanesca
   �Andaluza
   �Rondalla aragonesa
   �Valenciana
   �Sardana
   �Rom�ntica
   �Melanc�lica
   �Arabesca
   �Bolero
-Seis piezas sobre cantos populares espa�oles
-Escenas rom�nticas (1903 - ocho piezas):
 
�Mazurca
  �Berceuse
  �Alegretto
  �Mazurca
  �Allegro appassionato
  �Ep�logo

-Escenas po�ticas (dos series)
-Libro de horas
-Bocetos (1912):
 
�Despertar del cazador
  �El hada y el ni�o
  �Vals muy lento
  �La campana de la tarde

-Cuentos de la juventud
-Escenas infantiles
-Allegro de concierto (1903)
-Allegro apassionato
-Fantas�a
-Paisaje
-Romeo y Julieta
-Goyescas (1911 - Suite para piano - seis piezas posteriormente orquestadas):
 
�Los requiebros
  �Coloquio en la reja
  �Duo de amor
  �Quejas o La maja y el ruise�or
  �El amor y la muerte (balada)
  �Ep�logo, serenata del espectro

-Obras f�ciles para la educaci�n del sentimiento
-Seis estudios expresivos en forma de piezas f�ciles
-Dos impromptus
-Impromptu y barcarola
-El pelele
-A la pradera
-El crep�sculo
-Ni as� la distingue
-El tango de los ojos verdes

M�sica de c�mara:
-Sonata para viol�n y piano
-Sonata para violoncelo y piano
-Trio para piano, viol�n i violoncelo
-Cuarteto para dos violines, viola y violoncelo
-Romanza (cuarteto de cuerda)
-Serenata (dos violines y piano)
-Quinteto para piano y cuerda
-Andante (viol�n y piano)
-Primera romanza (viol�n y piano)
-Madrigal (violoncelo y piano)
-Trova (violoncelo y piano)
-Oriental (oboe y cuerda)
-Escena religiosa (viol�n, organo, piano y timbal)
-Tres preludios

M�sica para orquesta:
-Dante o La Divina Comedia (1908 - poema sinf�nico)
-La nit del mort (La noche del muerto 1912 - suite)
-Elisenda (1912 - suite)
-Navidad
-Suite oriental
-Suite sobre cantos gallegos (cinco tiempos)
-Llegenda de la fada (Leyenda del hada)
-Marcha de los vencidos
-Torrijos
-Danza gitana
-Serenata
-Esbozos de dos conciertos y una sinfon�a
-Interludio de Goyescas (1916 - �ltima obra)

M�sica vocal:
-Canciones amatorias (1915 - para voz y piano - texto, F. Periquet):
  �Desc�brase el secreto
  �Ma�anica era
  �Mira que soy ni�a
  �Gracia m�a
  �Iban al pinar
  �No llor�is ojuelos
-Tonadillas (1910):
  �Amor y odio
  �Callejeo
  �El majo discreto
  �El majo t�mido
  �El mirar de la maja
  �El tra-la-la y el punteado
  �La maja de Goya
  �La Maja Dolorosa I, II, III
  �Ay majo de mi vida!
  �Oh muerte cruel
  �De aquel majo amante
  �Las currutacas modestas
  �Si al retiro me llevas
  �El majo olvidado
-Boires baixes (Nieblas bajas)
-L'ocell profeta (El p�jaro profeta - texto: Condesa del Castell�)
-Elegia eterna i Lo rey y'l juglar (Elegia eterna y El rey i el juglar - texto: Apel�les Mestres)
-Can�oneta (Cancioncilla)
-Canci�n del pestill�n
-Can�� de Janer (Canci�n de Enero)
-Cant de les estrelles (Canto de las estrellas; coro, organo y piano)

M�sica esc�nica:
-Maria del Carmen (1898 - Opera - texto: Josep Feliu i Codina)
-Goyescas (1916 - Opera - text
o: F. Periquet)
-Ovillejos
-Miel de la Alcarria
-Blancaflor (texto: Adri� Gual)
-Petrarca
-Picarol (1901)
-Follet (
Fauno - 1903)
-Gaziel (1906)
-Liliana, (1911 - text
o: Apel�les Mestres)

Biograf�a:

Los primeros a�os:
Nace en Lleida el 27 de Julio de 1867. Sus padres fueron Calixto Granados y Enriqueta Campi�a. �l era capit�n del ej�rcito, de origen cubano, que poco tiempo despu�s de haber nacido Enric, fue nombrado gobernador militar en Santa Cruz de Tenerife. Esto hace que el primer entorno de la ni�ez del futuro maestro, tal y como le gustaba recordar muchos a�os despu�s, fuese un peque�o huerto de naranjos y limoneros que ve�a desde la ventana de su casa y el aroma de la flor del azahar. Sol�a decir de estos primeros a�os que entonces viv�a en un verdadero para�so.
 Un d�a el padre sufri� una ca�da del caballo mientras cabalgaba y aquello trajo como consecuencia que la familia se trasladara a Barcelona. Estamos en 1874 y el peque�o Enric tiene siete a�os.
Sus padres ya se hab�an dado cuenta que el chico reaccionaba de una manera especial al oir m�sica y disfrutaba con ella de una manera inusual en una persona de su edad. Un compa�ero de su padre era el capit�n Josep Junceda, al comentarle el hecho, se ofreci� a darle las primeras lecciones de solfeo. El chico progres� r�pidamente y pronto se hizo patente la necesidad de buscarle un profesor de piano pues el peque�o Granados demostraba una vocaci�n innata por la m�sica. Formaba parte entonces de la Escolania de la Merced y all� el maestro Francesc Xavier Jurnet acept� darle clases. Al cabo de poco tiempo, Jurnet estaba muy satisfecho de los progresos de su alumno al que ense�aba absolutamente todo lo que el sab�a.
Quiz�s la muerte reciente de su padre (que caus� un gran desconsuelo en el peque�o) despert� en �l la responsabilidad, al ser uno de los hermanos mayores de la numerosa familia, y le estimul� para dar todo lo que pudiera de s� mismo. El hecho es que estudiaba hasta diez horas diarias, con la ayuda de su madre, repasando una y otra vez todas las piezas que Jurnet le hab�a podido ense�ar. Tambi�n a menudo tocaba para los amigos y conocidos que los visitaban para escuchar al "ni�o prodigio", tal y como le denominaba un joven pianista llamado Pic�, que ven�a muy asiduamente. Fue este quien habl� a su madre de las cualidades que ve�a en el peque�o Granados y le hizo ver la necesidad imperiosa de ir a visitar el maestro Pujol.

La Academia Pujol:
En aquella �poca Joan Baptista Pujol era considerado el mejor profesor de piano de Barcelona. Bajo su direcci�n estudiaran, entre otros,
Alb�niz, Malats y Vidiella. Con el tiempo, entre estos tres y Granados arraig� una profunda amistad y admiraci�n compartidas. "La Academia Pujol" era la forja de esta escuela catalana para pianistas y all� se present� un buen d�a la se�ora Granados con su hijo para ver al director. Este pidi� al joven Granados que tocase alguna pieza. No sabemos qu� toc� el joven Granados, pero deb�a de hacerlo muy bien, porque no fue necesario insistir m�s porque inmediatamente Pujol accedi� a tenerlo como alumno. Entre ambos naci� una total compenetraci�n. Granados aprendi� todo y m�s con una avidez y unas dotes innatas que no pasaron desapercibidas al maestro. Pujol pens� inmediatamente en la presentaci�n del aventajado alumno a uno de los famosos concursos de la Academia para pianistas noveles, una de los hitos para j�venes revelaciones. Dijo a su pupilo que se aprendiera la Sonata en sol menor de Schumann, para lo cual Granados trabaj� en cuerpo y alma. Era el a�o 1882 y ten�a quince a�os al presentarse al concurso. Como no pod�a ser de otra manera, le otorgaron el primer premio. Seg�n sol�a comentar con posterioridad esta Sonata era la primera obra "decente" que interpretaba.

Trabajo para subsistir:
Para poder ayudar al sustento de su casa (
diez personas que estaban con cargo a su madre, entre hijos y nietos), Granados se busc� trabajo consiguiendo un puesto de pianista en el "Caf� de las delicias", que m�s tarde cambi� el nombre por el de "Lion d'Or", entreteniendo con m�sica a los clientes, cosa que era corriente en
Máscara mortuoria de Beethoven propiedad de Granados los locales elegantes de la ciudad. Ganaba cien pesetas al mes.
Tambi�n trabaj� un tiempo en un caf� de la calle Hospital, el "Caf� *Filipino", donde acompa�aba a los espont�neos que sal�an a cantar o a tocar instrumentos diversos, como pod�an ser el viol�n, la trompeta, etc.
M�s adelante, adem�s, dio clases a los hijos de Eduardo Conde, que era el propietario de los almacenes "El Siglo", gracias a la intervenci�n de su hermano Zoe que hizo de mediador y a la Sonata de Schumann, que interpret� a manera de prueba para el Sr. Conde, quien qued� impresionado por la genialidad del joven maestro.
Paralelamente, escribe sus primeras composiciones. Sus famosas Doce danzas espa�olas datan de 1883, hecho que le gustaba recalcar a�os despu�s cuando fueron conocidas por el p�blico. Este mismo a�o tiene una importancia trascendental para su carrera de compositor, puesto que profundiza sus conocimientos musicales de la mano de
Felip Pedrell, el music�logo y pedagogo m�s importante del momento en Catalunya. Finalmente hab�a encontrado el gran maestro que su personalidad reclamaba para lanzarse con los m�s s�lidos conocimientos a la fama y reconocimientos que le estaban esperando en todos los ambientes musicales.

La etapa Parisina:
Eduardo Conde era, adem�s, un buen mel�mano, que comprendi� desde el primer momento la val�a de Granados, autoproclamandose mecenas suyo incondicionalmente. Conde pens� que le hac�a falta una estancia en Par�s, inexcusable en aquellos tiempos para seguir las nuevas tendencias musicales. Conde se hizo cargo del desplazamiento
Placa de bronce con el perfil de Granados y de todos los gastos por el tiempo que hiciera falta, y as� fue como Granados con veinte a�os, se sit�a en Par�s.
All� pas� de todo. Poco tiempo despu�s de llegar contrajo unas fiebres tifoideas, de las que tard� tres meses en curarse totalmente. Esto va impedirle matricularse en el Conservatorio, pero estudi� por libre en el curso Schaller. Es muy posible que este aparente inconveniente resultara a la larga beneficioso, puesto que de esta manera su temperamento de artista no estaba sujeto a horarios inoportunos.
E
n Par�s coincidi� con el que seria gran pianista Ricard Vi�es, tambi�n leridano, excompa�ero de la Academia Pujol. Convivieron durante una buena parte de su estancia en el "Hotel de Cologne et d'Espagne". Gracias a Vi�es conocemos muchas an�cdotas de este per�odo. Otro compa�ero inseparable de aquellos tiempos era Malats, ninguno de los tres  se perd�a las lecciones de Charles de B�riot, que segu�an con verdadera vehemencia. Pero despu�s, como buena juventud, se divert�an todo lo que pod�an.
Los escritos de Vi�es dan constancia de que aquellos tiempos ser�an los m�s felices de la juventud de los tres. Los alumnos del Conservatorio daban sus audiciones en la "Salle Erard" y all� Granados y Vi�es tocaron juntos p�blicamente por primera vez, bien piezas para dos pianos, o piezas de Chopin, Schumann, Grieg y Bizet.
Pese a que estudiaban muchas horas al d�a, tambi�n frecuentaban los Conciertos *Lamoreux, la "Com�die Fran�aise" y pedaleaban por Par�s en un inveros�mil triciclo que hab�an alquilado.
Tambi�n Granados se aficion� a la pintura, puesto que cenaba los domingos en casa de Francesc Miralles, muy cotizado ya, (hab�an sido vecinos de peque�os en la Rambla de Catalunya), donde curioseaba entre las pinturas y los caballetes. M�s adelante, estas incursiones servir�an para idear algunos bocetos para sus obras. Esta etapa se acab� en julio de 1889. Musicalmente, con toda seguridad Granados aprendi� en este periodo todo lo que le faltaba saber para acabar de desarrollar su personalidad, que ya desde entonces eclosiona sin limitaciones y lo hace ya con obras de mayor envergadura por las que deb�a ser conocido por el gran p�blico. A partir del retorno a Barcelona es ya un gran pianista y se dedica igualmente a la composici�n.

La familia Granados-Gal:
Profesionalmente, Granados interpret� el primer concierto importante en el "Teatro L�rico" el 19 de abril de 1890, el primero una serie de recitales que ten�an como finalidad darse a conocer. Emprende una gira por una serie de ciudades de Catalunya y tambi�n en Madrid, con muy buen pie.
Pero pronto dio a su vida un giro especial. Conoce a Empar Galo Llobera, que era hija de un peque�o industrial. Granados no perdi� demasiado tiempo, porque en junio de 1893 se casaron en la Iglesia de la Merced de Barcelona y en julio del a�o siguiente naci� su primer hijo, a quien pusieron el nombre de Eduard en honor de su benefactor el Sr. Eduardo Conde. Despu�s vinieron m�s, Solita, Enric, V�ctor, Nat�lia y Paquito el �ltimo, que naci� en 1901. Una familia que Granados amaba entra�ablemente.
Entonces debe compaginar la vida familiar con la profesional. Las familias m�s vinculadas desde siempre a los Granados, ser�an especialmente los Conde, Mir�, Pi i Sunyer y Andreu, que ser�an sus segundos mecenas. Las hijas de este �ltimo, Carme, Madronita y Paquita fueron sus disc�pulas aventajadas en la carrera de piano.
Dedic� buena parte del tiempo a la composici�n y a la familia ya que estuvo un largo periodo sin dar conciertos. En este periodo trabaja en la �pera Maria del Carmen, (estrenada en el Teatro Circo de Parish de Madrid en 1898), la Serenata para dos violines, un Tr�o para violin, violoncelo y piano, la Carta de amor, dedicada a Amparo y la suite Valses
Franck Marshall, discípulo de Granados y continuador de su obra a través de la Academia Marshall Po�ticos, dedicada a Joaquim Malats.
Con respecto a su obra m�s popular Goyescas, en principio ser�a una recopilaci�n de piezas inspiradas en Goya y su entorno, interpretadas durante mucho tiempo como una suite pian�stica. En vista del �xito que ten�an, su amigo Ernest Schelling le sugiri� hacer una versi�n para �pera, pero no se terminar� hasta 1913, cuando el maestro estaba en el nivel m�s alto de la fama.
Durante un largo periodo de tiempo, Granados vive la vida familiar, que combina con la composici�n, prodig�ndose menos en ofrecer conciertos. Aparece nuevamente cara al p�blico en noviembre de 1895, d�nde toca la Rapsodia espa�ola del maestro Alb�niz, en un concierto especialmente regionalista, adem�s de memorable por la cantidad de personalidades que reuni�. Estaban entre otros Alb�niz, Nicolau y Morera. Podemos situar en este momento la consagraci�n definitiva del maestro.
Entre los a�os 1896 y 1897 participa en unas audiciones de sonatas con el violinista belga Mathieu Crickboom,  integr�ndose en el cuarteto del mismo nombre, fundado por el violinista. Junto con Pau Casals ser�an los primeros virtuosos invitados. Tambi�n funda el 1899 la "Sociedad de Conciertos Cl�sicos". La intensa actividad se resinti� una temporada, impidi�ndole acabar unas oposiciones a una plaza de profesor del conservatorio de Madrid.

La capacidad did�ctica de Granados:Portada del Reglamento de la Academia Granados
En 1901 crea la "Academia Granados", primero en la calle Fontanella y posteriormente en la calle Girona chafl�n Caspe. Esto caus� un gran disgusto a Crickboom, pues la colaboraci�n de Granados en su cuarteto se resinti�, al emplear Granados mucho tiempo en la docencia. Las peculiaridades de la escuela eran la atenci�n desde el primer d�a a la posici�n del brazo, la mu�eca y los dedos, atenci�n especial en el pedal - del que lleg� a escribir el cuaderno did�ctico "M�todo te�rico pr�ctico para el uso de los pedales del piano" -, evitar que se adquiriera el m�s peque�o vicio y si el alumno proced�a de otra escuela, empezar desde el principio. Tambi�n hac�a repetir insistentemente los Ejercicios para cinco dedos, de B�riot, a sus disc�pulos, pues los consideraba ideales como precalentamiento. �l mismo dec�a que los practicaba siempre antes de tocar.
Persona muy sensible, ense�aba con paciencia, miraba de no enfadarse, era demasiado complaciente seg�n Boladeres. M�s de una vez en plena lecci�n, pidiendo disculpas al alumno, anotaba una idea o un pasaje que en aquel momento se le hab�a ocurrido o incluso lo interpretaba. Esta labor pronto fue conocida y traspas� fronteras, pues Granados era muy v�lido por la docencia. Sobre esta cuesti�n, anotamos lo que dice Henri Collar�n en "Les Ma�tres de la Musique": "El doble talento de Granados para ense�ar virtuosismo y composici�n se agrand� y se desarroll� de tal manera, que lleg� a ser la coronaci�n precoz de una gloria realmente mundial".
La pianista Alicia de Larrocha, brillante interprete de la música de Granados
De la Academia salieron gran cantidad de artistas de la talla de Merc� Moner, Anna March, Pa
quita Madriguera (m�s tarde la mujer del guitarrista Andr�s Segovia), Ferran V�a, Franck Marshall, Juli Pons, Baltasar Samper, Ricard Vives, Josep y Empar Iturbi, Josep Caminals y un largo etc�tera.
Con la prematura muerte de Granados el 1916, no se acab� ni mucho menos la Academia, pues Franck Marshall asumi� con �xito la direcci�n definitiva, puesto que Eduard, un hijo del maestro, estuvo s�lo tres a�os al frente. Desgraciadamente muri� a los treinta y cuatro a�os de unas fiebres tifoideas. S�lo entonces pas� a denominarse "Academia Marshall" (nombre que mantiene actualmente). Este supo transmitir perfectamente a sus alumnos lo mismo que Granados le hab�a ense�ado. Nombres como Alicia de Larrocha, Rosa Sabater, Mar�a Vilardell, Carlota Garriga, Joan Tuesta y muchos otros, bebieron en las fuentes que el maestro hab�a abierto. De la "Academia Granados", surgi� lo que posteriormente se denomin� "Escuela Granados", pues por la t�cnica y los planteamientos que ense�aba podemos decir que, junto con Isaac Alb�niz, fue el creador de la moderna escuela catalana de piano.

La plenitud vital:
La actividad musical de Granados coincidi� con el triunfo del modernismo. Su armon�a refinada estaba al servicio de una est�tica rom�ntica con influencias de Schumann y de Listz. Su m�sica est� impregnada de un quehacer se�orial y una elegancia desbordante, sin fisuras. Interpretando al piano era sobrio, sin ninguna arrogancia en el gesto ni en la figura, lejos de amaneramientos, sin innecesarios balanceos sobre el teclado, sino que permanec�a recto y serio con la cabeza bien alta. Su sensibilidad personal la transportaba al piano.
Su amigo y mecenas, el doctor Andreu, le financi� en 1912 la sala de conciertos de  la Avenida del Tibidabo 18, que era donde hac�a que sus alumnos tuvieran su primer contacto cara al p�blico.
Conxita Badia, pianista y cantante intérprete de Granados
Entre sus alumnas estaba Conxita Bah�a, una joven que en principio estudi� el piano con bastante lucimiento, pero en la
que Granados descubri� unas dotes extraordinarias para el canto. Consider� ineludible que dejara el piano y se dedicara exclusivamente a su estudio, pues vio que ser�a imperdonable no hacerlo. La alumna hizo caso del maestro y lleg� a desarrollar una extraordinaria carrera musical.
El
1 de abril de 1911 se estren� en la Salle Pleyel de Par�s "Goyescas" que todav�a era una suite para piano, con un gran �xito. El Sr. Pleyel le pidi� repetir el concierto cuatro d�as despu�s, repiti�ndose el gran �xito. Entusiasmado, le regal� el piano de gran cola d�nde hab�a tocado los dos conciertos. Este piano se conserva en el Centro de Documentaci�n Musical de la Generalitat de Catalunya.
Desde aquel momento Goyescas acapar� especial atenci�n en los �mbitos musicales. Joaquim Malats, Alfred Cortot, Edouard Risler y otros artistas la mencionan en su correspondencia. En una carta dirigida a Joaqu�m Malats, Granados hab�a rese�ado: "
Goyescas es el pago a mis esfuerzos por llegar; dicen que he llegado. En Goyescas he encontrado toda mi personalidad; me enamor� de la psicolog�a de Goya y de su paleta, por tanto de su maja, se�ora; de su majo aristocr�tico, de �l y de la duquesa de Alba; de sus pendencias, de sus amores, de sus requiebros. Aquel blanco rosa de sus mejillas, contrastando con las blondas y terciopelo negro con alamares� aquellos cuerpos de cintura cimbreante, manos de n�car y carm�n posadas sobre azabaches; me han trastornado, Joaqu�n. En fin tu ver�s si mi m�sica suena a color de aquel". Ernest Schelling ya hac�a tiempo que le hab�a sugerido la puesta en escena de la obra. Al fin y al cabo hizo que finalmente Granados madurara la idea, y se decidiera a hacerlo, poni�ndose a orquestar de inmediato.
Paralelamente, se encarg� el libreto a Fernando Periquet, antiguo colaborador con el texto de las canciones de Tonadillas. Sabemos que la obra fue orquestada entre Barcelona y Vilassar de Mar, en una casa que hab�a alquilado. A finales del 1913 qued� la obra lista. Hechos los pertinentes tr�mites, la obra deb�a estrenarse en la �pera de Par�s en los primeros meses de 1915, tal y como confirmaba entusiasmado su director M. Jacques Roucher en una misiva de fecha 22 de junio de 1914. Aquel estreno deb�a ser la consagraci�n mundial del artista. Todo iba sobre ruedas.

El estreno de Goyescas, la Gran guerra y sus consecuencias:
Pero estall� la guerra europea en el mismo a�o y aquello cambiaba los planes trazados para el estreno de Goyescas, que ya no pod�a ser en Par�s tal y como estaba programado. Entonces Schelling se movi� r�pidamente y buscando el momento oportuno y las personas adecuadas, siendo �l parte interesada, y siempre sol�cito con su amigo, consigui� que el Metropolitan Opera House de Nueva York, la incluyera en su programa para la temporada 1915-1916. Adem�s coincidir�a all� con Pau Casals, a quien se le pidi� que hiciera los primeros ensayos con la orquesta.
Vivi� con nerviosismo el cambio de planes, pues efectivamente no era el momento m�s apropiado para hacerse a la mar. "En este viaje dejar� la piel", hab�a exclamado en broma en alg�n momento. Finalmente Granados y Amparo zarpan del muelle de Barcelona en noviembre de 1915 en el barco "Montevideo" d�nde va tambi�n el guitarrista Miguel Llovet, cosa que les permitir� hacer la traves�a m�s entretenida hablando de cosas de Barcelona. Hacen escala en
Programa de un concierto de Granados C�diz y el 30 del mismo mes salen definitivamente hacia alta mar.
Por una carta que Granados escribi� a sus hijos al llegar a Nueva York, sabemos que los par� un crucero de guerra franc�s, el "Cassard", incidente que no tuvo ninguna importancia, pero que consigui� intranquilizar al pasaje. Una vez pasado el momento de nerviosismo, Granados exclam� con su proverbial sentido del humor: "Si nos vuelven a parar, bajo!". En a la misma carta describe el viaje: "�deb�amos estar 10 d�as y hemos estado 15. Unas cu�ntas horas de calma y el resto un temporal que no se acababa nunca. Cre�amos que no os volver�amos a ver. Una tarde, vuestra madre y yo, nos abrazamos y rezamos para que  Dios os guiara�". Llegaron a Nueva York el 15 de diciembre. R�pidamente empieza los ensayos con la orquesta, con la cual, tal y c�mo estaba previsto Pau Casals ya hab�a trabajado.
Antes del estreno, el 23 de enero ofreci� un concierto con el famoso violonchelista en la sociedad "The friends of Music". Graba algunos rollos de pianola para la compa��a Aeolian, adem�s de acudir a todos los lugares d�nde es invitado. El hecho de tener un artista europeo en aquel momento en Norteam�rica era un lujo y le somet�an a todo tipo de halagos. Pocos d�as antes del estreno el empresario consider� que a la obra le faltaba un interludio y as� se lo coment� a Granados. En una noche escribe el compositor la que deb�a ser su �ltima obra y una de las m�s conocidas, pero no queda demasiado satisfecho. Se lo comenta a Casals: "He hecho una cosa de mala fe, vulgar, de cara al p�blico. Me ha salido una jota!" La respuesta de Casals lo tranquiliza: "Perfecto �le dice-. No era aragon�s, Goya?". Joan Alavedra escribir� m�s adelante: "� cada vez que Casals toca este interludio, con aquel suspiro de tristeza que acaba la obra, parece que diga "Adi�s!" a su amigo.
Finalmente llega el tan esperado d�a del estreno. Dirige la orquesta el maestro Gaetano Bavagnoli, el coro Giulio Setti y el vestuario y decorados est�n a cargo de Antonio Rovescalli. Los aplausos se prolongan aquella noche, pero el d�a siguiente parte de la cr�tica se lanza sobre �l, acus�ndolo de presuntuoso y despreciando la obra, que m�s que una �pera, dicen, resulta un poema sinf�nico "con una parte de canto m�s o menos feliz, adaptado a un libreto pobre". Otros hablando del "�nervio, de la poes�a, el hechizo misterioso, la riqueza y el color , el movimiento, la habilidad en la composici�n polif�nica, las estridencias�". El caso es que Goyescas se represent� tan s�lo cinco veces. Econ�micamente result� catastr�fico, pero esto no quit� protagonismo al personaje. Incluso fue invitado por el presidente Wilson a la Casa Blanca.
Para atender la invitaci�n se ve obligado a cambiar los pasajes a Europa. Por la prisa de volver con los hijos, que hace tres meses que no ven, toman pasajes en dos barcos: El "S.S. Rotterdam" (holand�s), para ir de Nueva York hasta Falmouth, y el "Sussex" (brit�nico), de Folkestone a Dieppe. El d�a 7 de marzo interpreta el concierto en la Casa Blanca y el d�a siguiente hay una comida en la Embajada espa�ola. All� el embajador Juan Ria�o le hace ver que es una temeridad viajar en un barco beligerante. Hay intentos de cambiar los billetes, pero ya no hay tiempo y as� fue como poco despu�s, el d�a 11 de marzo el matrimonio Granados zarpa de Nueva York.
La despedida en el muelle fue impresionante. Fueron muchos amigos y artistas, entre ellos Shelling, Kreisler y
Foto de Granados al piano dedicada a Franck Marshall Paderewski. Le hacen entrega de una copa de plata conmemorativa del acontecimiento, en la cual est�n grabadas las firmas de todos ellos y un pasaje de Goyescas, con cuatro mil cien d�lares dentro. Llegan A Falmouth el d�a 19, y visitan Londres. El d�a 24 salen de Folkestone con el barco "Sussex", de la Compa��a de Ferrocarriles del Estado Franc�s a las 13,15 horas. Dos horas despu�s el barco es torpedeado por un submarino alem�n.
A tenor de lo que se puede leer en el "Bolet�n de informaci�n para Espa�a y Am�rica del Sur" del mes de junio de 1916, eran las 14,50 horas cuando se pararon los relojes de a bordo, lo que parece indicar la hora de la cat�strofe. El barco fue partido por la mitad, y la proa desapareci� r�pidamente mientras la popa quedaba a la deriva, siendo posteriormente remolcada hasta Boulogne, seg�n explicaron los supervivientes. El n�mero de muertos se estima en unos ochenta, entre ellos el matrimonio Granados, los despojos de los cuales no se han encontrado nunca. En la parte remolcada que no se hundi� estaba la cabina del matrimonio, con todo el  equipaje. Todo hace pensar que, de haber estado all� en el momento del impacto, las cosas hubieran sido diferentes. 
Joan Alavedra explica que de todos los homenajes que se le hicieron, es especialmente emotivo el que organiz� Pau Casals en el mismo Metropolitan donde Granados hab�a saludado al p�blico d�as antes. Actuaron junto con �l, Kreisler, Paderewsyi, Maria Barrientos, Julia Culp y el tenor McCormack. Como despedida, con gran respeto y todo el mundo en pie, Paderewski toc� a la memoria de Granados la Marcha f�nebre de Chopin, con todas las luces del teatro apagadas y con s�lo un candelabro encendido cerca del piano. Granados muri� pocos meses antes de cumplir 49 a�os. Su gran amigo Alb�niz pocos d�as antes.

Comentarios sobre la vida y la obra de Granados:
� Ricard Vi�es
, compa�ero de estudios y gran amigo dice: "El car�cter de Enric era de un optimismo y de una alegr�a tal, que en seguida la contagiava a los que le rodeaban, debido a sus ocurrencias y risas".Foto de Granados con texto autógrafo
� Dice Joan Alavedra: "Yo he creido siempre que Granados fue un hombre feliz. Y no me refiero a sus �xitos�, sin� a las emociones que le causaba una receptividad excepcional, que en �l se traduc�a inmediatamente en musica� le fluye de manera natural� con sus grandes ojos so�adores, va por la calle escuchando m�sica hasta el extremo que, con frecuencia debe pararse y escribir compases en los pu�os blancos de su camisa".
� Dice su maestro Felip Pedrell en un escrito a "La Vanguardia": "Nuestras lecciones, de lecciones ten�an bien poco; eran conversaciones, o menos todav�a, charlas entre compa�eros con m�s humor que consejos. Yo sent�a que cuando habl�bamos de problemas t�cnicos un tanto complicados, se cerraba en s� mismo muy concentrado; y en darme cuenta que la regla seca y fr�a no ten�a cabida en su inteligencia, decid� no hablarle nunca jam�s de reglas, resoluciones y jeroglificos t�cnicos, sino de gusto delicado y cultivado, no preocup�ndome de nada m�s, s�lo de dirigir tan excepcional inteligencia."
� Conxita Bah�a dec�a: "Hay una manera de tocar, un estilo Granados".
� El cr�tico parisiense G. Jean Aubry escribe al hacer la cr�tica del concierto dado en la Sala Pleyel el d�a 5 de abril de 1911: "Granados interpreta sus obras de manera desesperante para los mejores pianistas, y con una intenci�n tal, que nadie las conoce muy bien si no se las ha oido tocar a �l. Estoy convencido de que nos encontramos con lo mejor que la m�sica de piano ha producido en Espa�a desde la muerte de Alb�niz."
� El pianista Edouard Risler habla de la "�intenci�n de cada frase, el matiz de cada acento sin perder nunca la l�nea expresiva, el amplio contorno de la obra�"
� Claude Debussy dijo de �l: "Llevaba de una manera gentil una testa genial que se no puede olvidar f�cilmente".
� El m�sico y amigo Joaquim Nin era gran admirador de Granados: "� y me sedujo su exuberante imaginaci�n�, su desconcierto improvisado, su nobleza�, sus grandes ojos siempre a punto de llorar, de risa, admirarse o sorprenderse de todo�" recoge Henri Collar�n en su libro Alb�niz y Granados.

Honores y condecoraciones que se le otorgaron:
� La Cruz de la L�gion d'Honneur. (Francia)
� Las Palmes de la Academia. (Francia)
� La Placa de Comendador de la Orden Civil de Alfonso XII. (Espa�a)
� La Cruz de Caballero de la Orden de Carlos III. (Espa�a)
� La medalla de plata de las artes y de las letras de The Hispanic Society of Am�rica, en Nueva York antes del estreno de Goyescas el 16 de enero de 1916. (U.S.A.)

 

Texto de Ricard Comas i Figueras

Fotograf�as publicadas con la autorizaci�n de la Academia Marshall

 

LINKS seleccionados a otras webs sobre Enric Granados i Campi�a

-Classical Music Dictionary - Free MP3  Web con algunos archivos musicales reproducibles.
-
Enric Granados : : El Poder de la Palabra
 Web con algunos archivos musicales reproducibles.  
-Enric Granados - Biografia  Biograf�a de Granados.    

-
Enrique Granados - Wikipedia, the free encyclopedia  Biograf�a y obras de Granados.   
    y otras lenguas.

 

Bibliograf�a especifica sobre Enric Granados i Campi�a

T�tol Autor Publicat per Any
La m�sica i el Modernisme Avi�oa, Xos� Biblioteca de cultura catalana. Barcelona 1985

Granados

Antoni Carreras i Granados Ed.de Nou Art Thor, Barcelona 1988
Barcelona filarm�nica. La evoluci�n musical de 1875 a 1925 Lama�a, L. Elzeviriana i Libr. Cam�, S.A.. Barcelona 1927
La m�sica a Catalunya Lamote de Grignon Confer�ncia mecanografiada ca.1937. Arxiu Sra. Empar Ranch, Valencia. ca. 1937
Musique et musiciens fran�ais a Barcelone, musique et musiciens catalans � Paris Lamote de Grignon Confer�ncia mecanografiada, llegida a l'Institut Franc�s de Barcelona el 9-5-1935 1935
Quasi un segle de simfonisme a Barcelona. Vol I: De l�orquestra Pau Casals a l'Orquestra Ciutat de Barcelona Martorell, Oriol Barcelona 1995
S�ntesi hist�rica de la m�sica catalana Martorell, Oriol i Valls Manel Els llibres de la frontera. Sant Cugat del V.
El rossinyol abatut. Enric Granados (1876-1916 una vida apassionada Milton, John W. Pag�s editors - Lomarraco 2005
Academia Granados-Marshall: 100 a�os de escuela pian�stica en Barcelona Pag�s Santacana, M�nica Taller editorial Mateu 2000

Hist�ria de la M�sica Catalana

Valls, M. Editorial T�ber. Barcelona 1969
Gran enciclopedia catalana Varios autores Enciclopedia catalana, S.A.
 

Libros sobre Enric Granados

 


 
 
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